En vísperas del próximo Raid a celebrar en Trebujena, quisiera hacer una reflexión sobre el trabajo que supone para cualquier Organización la preparación de tal evento.
No quiero personalizar ni referirme a ningún comité organizador en concreto, todo lo contrario mi reflexión es sobre todos los comites organizadores. Y surge a raíz de que en esta ocasión se me ha brindado la oportunidad de poder colaborar con uno y ha hecho que deje un poco de lado la atención al Blog y todos y todas que lo siguen.
Como sabemos, este sábado se celebrará en Trebujena el VII Raid Villa de Trebujena donde se incluirá la prueba del Campeonato de Andalucía de Jóvenes Jinetes y la de Promoción, además de una prueba de 1*, otra de O*, Promoción en Iniciación.
Pués de primera mano estoy viendo lo árduo y difícil que supone organizar un evento donde se tienen que tener en cuenta tantos aspectos, deportivos y no deportivos para poder celebrar la competición.
Lo primero que se aprecia es la voluntad por parte de una serie de personas en organizarlo lo mejor posible para satisfacer tantas necesidades.
Comenzaré por referirme a lo necesario a nivel organizativo desde el punto de vista normativo, referido a personal técnico, facultativo, control del tráfico, asistencia médica, etc... donde se observa la necesidad de contar con un lugar adaptado puntualmente para el evento y en el que se puedan dar cita tanta gente que se desplaza con vehículos que llevan su enganche para sus caballos.
Ese lugar se debe habilitar para como he dicho con espacio suficiente poder acoger a los participantes y equipos. Así mismo se cuenta en la mayoría de las veces con un servicio de hostelería para que durante y posterior a la carrera se pueda disfrutar de unos momentos para compartir experiencias con los amigos y amigas que nos vemos de Raid en Raid y tomar unas copichuelas o más de unas.
En esa infraestructura se debe contar con zonas habilitadas para los deportistas en competición, la asistencia, para los controles de jueces y veterinarios. Así como de zonas para descanso entre fase y fase.
Contar con tomas de agua, que es lo que más gastamos o como en algunas ocasiones con camiones cisternas y operarios.
Y una vez finalizada la carrera, con una zona preparada para hacer la entrega de premios.
A todo esto hay que añadir el diseño de un recorrido que satisfaga a los jienetes, que no ponga en peligro su integridad física ni la de sus caballos y que por supuesto sea recordado como un recorrido divertido y entretenido,con un buen terreno, bien señalizado y de fácil acceso para las asistencias. (Así de exigente somos los jinetes).
La Organización debe movilizarse para conseguir la colaboración de los Organismos Locales y Provinciales para la infraestructura. Y si el recorrido pasa por carreteras contar con los Agentes de Tráfico, y si pasa por urbanizaciones, con Agentes Locales.
Además de buscar espónsores para que el evento no les cueste euros de su
bolsillo, que atraiga a los participantes y que deseen volvel el
próximo año.
Todo esto debe ser calibrado desde semanas antes a la fecha del evento, pero incluso así surgen imprevistos de última hora, y no dejan pegar ojo a los organizadores la noche anterior a la carrera.
Y seguro que si habéis organizado alguno se me están quedando cosas sin comentar pero que se os ha venido rápidamente a la cabeza.
Y seguro que si habéis organizado alguno se me están quedando cosas sin comentar pero que se os ha venido rápidamente a la cabeza.
Pués estas palabras quieren ser una muestra de reconocimiento por el esfuerzo de toda Organización en la Celebración de las diferentes Pruebas que tan ansiosamente esperamos para disfrutar de nuestro deporte como es el Raid hípico.
A todos ello desde aquí mi más efusivo agradecimiento. Gracias.
Un saludo.
Un saludo.
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