RAID POWER. NUTRICIÓN DEPORTIVA

Most Popular

TRANSLATE

Buscar este blog

viernes, 23 de diciembre de 2011

EL DIENTE DE LOBO EN LOS CABALLOS.



En la revisión de la boca de mi potro Ahitán, la veterinaria observó que había desarrollado un diente de lobo, lo que se suele hacer es con anestesia local extraerlo. He encontrado este artículo en internet y aquí os lo pongo para los que les gusta leer.


El tan conocido diente es en realidad un premolar vestigial.


En concreto es el primer premolar de cada arcada es decir la pieza número 5 según la nomenclatura Triadan; según esta última se denominarán 105, 205, 305 ó 405 dependiendo de su ubicación.


Se localizan justo por delante de los segundos premolares y con mayor frecuencia en la arcada superior que en la inferior. No se deben confundir con los colmillos normalmente presentes en los machos.


Erupcionan normalmente entre los 6 y los 18 meses aunque en algunas ocasiones no llegan a “salir” por completo, quedándose enterrados en la mucosa gingival, denominándose entonces “diente de lobo ciego”. Estos deberán ser detectados por palpación o por radiología y extraídos mediante cirugía.


Como ya dijimos suelen ser más frecuentes arriba y en número de uno por arcada, pero se pueden encontrar dos incluso tres aunque no es normal.


El veterinario odontólogo equino, explorará siempre la arcada inferior pues pueden estar presentes allí también. Se estima que entre el 40 y el 80 % de los caballos pueden tener diente de lobo, siendo estos de tamaño y morfología muy variada; no teniendo relación alguna las dimensiones o la forma de la corona con las de la raíz oculta dentro del hueso alveolar.


En los caballos destinados a la monta, suelen causar problemas por diversos motivos. En primer lugar estos afilados dientes causan dolor y ulceras en la mucosa del carrillo cuando presiona sobre ellos el freno. También resulta que es imposible, cuando ellos están presentes, que el odontólogo redondee de manera adecuada el borde rostral de los segundos premolares para que el freno no moleste al caballo, técnica esta, muy importante en los caballos destinados a cualquier disciplina en la que se le exija al caballo un alto rendimiento deportivo.


Debido a todos estos posibles problemas se hace necesaria su extracción en los caballos jóvenes cuando inician su periodo de doma pues el jinete evitará montones de luchas y dificultades causados por el dolor y el malestar que producen.


Se extraerán con la técnica y el instrumental adecuado, sometiendo al animal a una sedación y/o anestesia local, que garantice la ausencia de dolor y la seguridad del animal. Se deben de extraer enteros aunque, debido a su particular morfología pueden quedar, en ocasiones, pequeños restos radiculares que no darán problemas pues quedan incluidos en el alveolo o bien son eliminados.


Como siempre, aconsejamos a nuestros clientes, que este tipo de extracciones sean realizadas por un veterinario especialista en odontología equina pues no está exenta de riesgos. De hecho se pueden producir daños en paladar o en la arteria palatina que son de muy difícil solución y también hay que tener en cuenta que la aplicación de sedantes o de anestésicos es competencia exclusiva de los veterinarios titulados. No sería el primer caso que por ignorancia o por querer “ahorrarse” unos euros, se le encomienda este trabajo a profanos que pueden dar al traste con la vida deportiva de un caballo o causar problemas aún más serios




Fuente: Patagonia equina


Saludos. FELICES FIESTAS Y FELIZ NAVIDA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario